Los
susurradores
"Los
corazones cercanos se hablan bajito,
los
corazones lejanos se gritan:
susurremos
al corazón y acerquemos distancias"
Los
susurradores son tubos de cartón que sirven para transmitir poesías o coplas
que se recitan al oído.
Un
tubo de cartón, dos personas y un poema.
Los
elementos necesarios para trasportarse a lugares soñados, sin moverse del
lugar.
Esa
es la función de los susurradores de poemas, que susurran piezas literarias al
oído de las personas por medio del “susurrador”.
Este
arte surgió en Francia, cuando un grupo de artistas salió a las plazas a
susurrar a los parisinos. Ellos preguntan al transeúnte si quiere escuchar y
muchas veces les dicen que no, pero a la mayoría les encanta.
En
el momento en que a la persona se le susurra en el oído la cara de éste va
cambiando, es increíble, de la sonrisa a la meditación o al asombro.
La
acción de susurrar es la pretensión de ralentizar el tiempo. Una irrupción
poética en el espacio público invita a detenerse en este mundo apresurado para
disfrutar de la palabra. Y dado que en esa ceremonia íntima se establece un
vínculo lúdico entre el que susurra y el que es susurrado, la posibilidad de
llegada aumenta, genera placer y enciende el deseo de tomar contacto con otros
textos poéticos.